Contraste entre la grandeza y el derroche de unos J.J.O.O.
y las precarias condiciones de vida de los habitantes.
|
Deportivamente hablando, los Juegos Olímpicos son el mayor evento internacional multidisciplinario en el que participan atletas de diversas partes del mundo. Podemos diferenciar dos tipos: los Juegos Olímpicos de verano y los Juegos Olímpicos de Invierno, que se realizan con un intervalo de dos años entre ellos. Hasta ahora, cada edición de los Juegos Olímpicos ha tenido sus más y sus menos y cada evento sus problemas, salvo en Pekín 2008. Esos Juegos fueron incomparables y quizá sean la excepción que confirme la regla.
Incluso Atenas 2004, que a la hora de comparar, podría ser lo más parecido a estos Juegos de 2016, dejó de lado los problemas que trajo consigo la celebración de las olimpiadas y arrancó a la perfección en cuanto a transportes, comunicaciones, accesos y organización.
Analizando estos últimos celebrados en Río de Janeiro, quizá estos juegos pasen a la historia por la explosión de Simone Biles porque hayan sido los últimos juegos para Usain Bolt o Michael Phelps. Pero en aspectos sociales hay muchas razones por las cuales van a ser recordados internacional-mente, sobre todo dentro de sus fronteras donde hemos podido ver el rechazo a la celebración del pueblo carioca o incluso de ciudades de distintas partes del país. En cuanto a su balance económico el resultado neto de los Juegos Olímpicos de Río es que habrán demandado "una inversión de 20.000 millones de dólares, recibirán 4500 millones en ingresos y acabarán con un déficit de 15.000 millones.
En definitiva; ¿Por qué los gobiernos tienen tal interés en que su país sea sede olímpica si al analizar sus pros y sus contras vencen los segundos con clara diferencia?